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Apuntes

Por Matías Fernell

Tengo frente a mi todos los papeles abandonados por el Sr. Meyer en su apartamento de la ciudad de Córdoba, en Argentina.

 

La mayor parte de estos textos consiste en apuntes escritos al apuro en hojas sueltas, y libretas de bolsillo garabateadas con caligrafía irregular, a veces ilegible.

Hay, entre estas libretas, una que atrae especialmente mi atención, por estar hecha de dibujos. Los observo y los estudio y, sin palabras, parecen decir algo salido de la nada; figuras como en un sueño, que ahora intento comprender.

 

Quizá un acercamiento psicoanalítico a estos dibujos podría  ayudarme  a  mirar con más profundidad en la mente escrita del profesor Meyer. 

apuntes manuscritos

Pienso, por ejemplo, en la primera página de esta colección.

Ilustraciones 1 y 2

Un hombre parece llegar a un lugar en el campo, mientras lo rodean imágenes de su interior: un murciélago, ¿un búho?, alguien que fuma, dos entes traslúcidos encima de un cuaderno, plumas para escribir, un gato...

Es presumible que Meyer haya dejado atrás la Ciudad. No hay por qué creer otra cosa. En su Manuscrito, en la epifanía de su intuición, lo expresa para nosotros en fuego, como si se lanzara, iluminado, al encuentro de un oleaje sobrehumano de Tiempo, proveniente del futuro.

Este Manuscrito es el primero de los textos de Meyer que llegó a mis manos.

Van a ser ya tres años que lo publicamos por primera vez en nuestra rudimentaria revista Historias de la Ciudad Escondida (impresa en Río Ceballos, Córdoba, en el año 2016)

La fuerza de ese texto es lo que tiene atrapada mi consciencia.

Todo me impulsa a seguir investigando el legado del señor Wilfred Meyer. No logro concentrarme en otra cosa. Siento que es un destino que se ha unido al mío, como dos brazos de agua formando un solo río.

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1

Manuscrito del Profesor Wilfred Meyer

Y algo más tengo en mente. Una frase.

 

Las palabras con las que Meyer se despidió de una de sus colegas del colegio privado en el que trabajaba.

“No podemos contar con la Divinidad.

Es mejor hacer todo lo que esté en nuestras manos.”​​

Quizá un lector aficionado a las publicaciones del realismo mágico reconozca la fuente de esa paráfrasis. Precisamente aquí, entre las pertenencias del profesor Meyer, hay un libro especial lleno de sus marcas, subrayados y apuntes.

Es una coincidencia significativa que se trate de El Retorno de los Brujos, de Pauwels y Bergier, que fue mi libro de batalla durante la adolescencia.

A su lectura, gracias a Meyer, retorno en este momento con inesperada felicidad y gratitud.

 

Me siento en casa, en estas páginas.

Ahora que tengo este libro en mis manos, sé con toda seguridad que habrá una frase marcada por Meyer en el prefacio...

 

La busco en este momento...

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